lunes, 22 de mayo de 2017

Los Otros

Los Otros
    Durante una mañana de un día normal, una familia adinerada se mudaba a una gran y antigua casa de campo que era muy bonita pero tenía algo inquietante, que solo el único hijo de la familia Matías veía.  El no quería mudarse pero lo había hecho forzosamente. Su madre Amanda y su padre José creían que solo era el típico miedo de un niño de siete años.
    El patio tenía esqueletos de animales y a lo lejos se podía ver una neblina que se acercaba lentamente.
    Al entrar vieron que había un armario muy antiguo y destrozado, entonces decidieron sacarlo de la casa. Después de acomodar todos los muebles, se fueron a dormir.
  Esa noche Matías sabía que no podría conciliar el sueño, algo lo inquietaba, un escalofrío corrió por su cuerpo, sombras y ruidos lo perturbaron. Intento no pensar, pero ese ruido que sonaba a pasos era cada vez más fuerte, los  escuchaba aún más rápidos hasta que se detuvieron. Pensó que podría ser algún animal que se había metido en la casa y así, finalmente, se durmió
    Al día siguiente, José salió de su dormitorio y para su sorpresa vio que no había ningún muebles. Era muy raro porque él no había escuchado nada por la noche, solo había visto que ese antiguo armario, estaba otra vez en su lugar y todo lo demás estaba afuera de la casa. Tenían escrito  en letra muy grande: “Váyanse”. En ese preciso momento José se dio cuenta de que tenían que irse lo más rápido posible de ahí.
    Fue a buscar a Amanda y a Matías, pero no estaban. José, muy nervioso, empezó a llamarlos, pero ninguno contestó.
    De repente, todo comenzó a desmoronarse, entonces rápido trato de irse por la puerta, pero esta no se abrió. Cuando pensó que ya  no tenía posibilidad de sobrevivir, escuchó la voz de su hijo que lo llamaba. Sintió alivio al pensar que estaban bien: pateó muy fuerte la puerta que cayó inmediatamente al piso,  pero no pudo creer lo que vio: lo único que encontró fue ese viejo y arruinado armario.